Por: Dr. C. George
Boeree
Departamento de Psicología - Universidad de Shippensburg
Traducción al castellano: Sara Blanco
Departamento de Psicología - Universidad de Shippensburg
Traducción al castellano: Sara Blanco
Carl Rogers es uno de
los teóricos, terapeutas e investigadores más influyentes en psicología. Su
enfoque de terapia consiste en permitir que el paciente, que él prefiere llamar
cliente, tenga el control de su propia terapia. Originalmente, él lo llamó
terapia no directiva, porque creía que el terapeuta debe mantenerse alejado de
tratar de ayudar activamente al cliente. En cambio, el terapeuta debe ser un
comprensivo ayudante que escucha.
Carl Rogers |
Escuchar es una de esas habilidades que todo el mundo piensa que tienen,
pero pocos lo hacen en realidad. Rogers introdujo una "técnica"
conocida como reflejo: El terapeuta escucha al cliente y
"refleja" los pensamientos y sentimientos significativos diciendo al
cliente lo que les oyó decir. Algunos terapeutas hacen esto de una manera
mecánica, lo que los hace sonar como loros con un grado de psicología, pero eso
no es lo que Rogers deseaba. Debe ser una auténtica comunicación de comprensión
y preocupación. Hoy en día, el reflejo es sólo una parte de lo que se denomina
la escucha activa.
Rogers cree que el
trabajo del terapeuta no es tanto hacer esto o aquello, sino "estar"
de cierta manera para el cliente. Él habla de tres cualidades que el terapeuta
debe exhibir durante las sesiones de terapia:
1. Él o ella debe ser congruente. Básicamente, esto se reduce a
ser honesto, no ser falso. Rogers estaba preocupado en particular de que el
terapeuta debe ser honesto en lo que respecta a sus sentimientos. Sintió que
los clientes siempre pueden decir cuando estás fingiendo, por lo que con el fin
de generar confianza en la relación terapéutica, la congruencia es una necesidad.
2. Él o ella debe ser empático. El terapeuta debe ser capaz de
identificarse con el cliente, entendiéndolos no tanto como psicólogo sino como
una persona que también ha visto parte de sus problemas. El terapeuta debe ser
capaz de mirar a los ojos del cliente y verse a sí mismo. La escucha activa es
la forma en que el terapeuta puede mostrar que él o ella está tratando
realmente entender al cliente.
3. Él o ella debe mostrar al cliente una consideración positiva
incondicional. Esto no significa que el terapeuta tiene que amar al
cliente, o incluso como ellos. Significa que él o ella debe respetarles como
ser humano, y no juzgarles. Esta puede ser la cosa más difícil de hacer para un
terapeuta, pero Rogers cree que sólo sintiendo respeto puede mejorar un
cliente.
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